
Al Diplo vaquero no le ha salido tan bien este rodeo, comentamos Snake Oil Chapter 1
Si podemos encontrar un productor ecléctico y polifacético en la industria musical, ese es Diplo. Su trayectoria a lo largo de los años han demostrado que es uno de los mejores en lo suyo, pero eso parece también parece haber influido en la seriedad con la que se toma sus trabajos, tendiendo más bien hacia el prueba y error que hacia la fineza musical. Snake Oil Chapter 1 es el primer álbum en solitario del estadounidense en seis años, lo que no quiere decir que el artista estuviera realmente desocupado.
De hecho, el artista no para, pues publica música en Major Lazer y también tiene en activo su proyecto de música house Higher Ground. La capacidad del artista de generar nuevos proyectos y sonidos siempre ha sido muy celebrada y sus comienzos en este terreno fueron históricos, con nombres como Major Lazer y Jack Ü. Sin embargo, a lo largo de los últimos años hemos visto como el artista empezaba Silk City junto a Mark Ronson y dejaban a medias el supuesto álbum, o con LSD, que en cierto momento dio la sensación de estar avocado también a su abandono. Hasta Major Lazer con la salida de Jillionaire se ha visto comprometido y llevamos más de un año esperando un álbum que no llega.
En 2019 un joven rapero llamado Lil Nas X lanza una canción llamada Old Town Road. La canción se convierte en un éxito instantáneo y una de las mejores piezas del año. En ese momento, Diplo visualiza el éxito de esta fusión entre el country y el trap y, tratando de reivindicar su posición de gurú de la música, empieza a mover influencias para estar dentro de la movida. Remixa el tema de Lil Nas X, aparece en el videoclip del mismo y hasta saca una canción en un supuesto nuevo alias que revela la picardía del artista. Thomas Wesley, el nombre original del artista de Misisipi, sería el pseudónimo que tendría para este nuevo «Diplo se va de rodeo».
Varios sencillos salieron, So Long con Cam, Heartless con Morgan Wallen y hasta un Lonely con los Jonas Brothers. Ni los nombres ni el poder de influencia de Diplo hicieron despegar realmente la idea, permaneciendo Heartless como la canción que relativamente mejor hacía lo que se esperaba del proyecto. Apenas mes y poco después Julia Michaels haría una versión de esta canción (oh, dios no) que tuvo un atractivo nulo.
Entonces volvieron a sucederse los meses y otra vez Diplo nos dio la impresión haber dejado el proyecto abandonado. La realidad es que a día de hoy el alias de Thomas Wesley ha desaparecido de Spotify, por lo que de alguna manera el proyecto del artista se ha visto truncado. Pero recientemente regresó con Do Si Do, un tema junto al vocalista Blanco Brown que nos hizo creer de nuevo. Do Si Do era dinámico, divertido y tenía un sonido original. Esta nueva canción volvía a acertar en la fusión del espíritu del oeste con el estilo musical pop y electrónico. Es una obra que recuerda al Avicii de True, que a su vez recuerda a C2C en temas como Down The Road, clara referencia de ambos.
Así que volvemos a darle un voto de confianza y generamos grandes expectativas, para que llegue el álbum final y nos decepcione mayoritariamente. No negamos que el intento está ahí, pero da la sensación de que a Diplo le está empezando a costar caro el encapricharse por nuevos sonidos. Si bien antes era él el que creaba tendencia, ahora demuestra pobreza imaginativa al subirse al carro de cada nuevo género que se ponga de moda. No exageramos, pues con el crecimiento del trap, publicó su EP California con gente como Lil Yatchy, Desiigner o Lil Xan. Es espinoso este asunto, porque un artista tan al tanto de las tendencias y que se niega a estancarse en un estilo probando todo lo posible en general es algo remarcable, el problema es cuando éste comienza a hacerlo de manera sistemática y casi por obligación del algoritmo de tendencias de YouTube.
Dance With Me, una de las canciones nuevas más destacadas, que cuenta con la presencia de Thomas Rhett y Young Thug, es simplemente… aburrida, básica y casi digna de canción de últimas posiciones de Eurovisión. En On Mine, Noah Cyrus suena de manera exagerada a MØ, una de las cantantes predilectas del productor. Heartbreak junto a Ben Burgess no suena necesariamente mal, pero la idea de la canción es tan genérica que, de una manera u otra, parece haber sonado durante el verano de los últimos 15 años.
Snake Oil Chapter 1 nos hace temblar, porque el mismo título hace pensar de que en un futuro incierto tendremos que escuchar una segunda parte de música genérica que aparenta más de lo que es por mezclar ideas que todos conocemos y que a nadie sorprenden. Poco se puede decir en contra de que Diplo se relaje, ha triunfado, ha cambiado las tendencias musicales en apenas unos años y puede hacer lo que le de la gana. Sin embargo, este carácter exageradamente prolífico y básico puede llevar a que pronto sus nuevos lanzamientos sean acogidos con indiferencia generalizada.