fleet foxes shore
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Fleet Foxes confirman que son una de las cumbres del indie folk americano de los últimos 15 años con Shore, otro disco lleno de introspección

Ha llovido un poco desde que los americanos Fleet Foxes sorprendieran en el 2008 con su homónimo, un disco imposible de olvidar con coros mágicos y melodías sinuosas. El debut de Fleet Foxes es sin duda uno de los mejores álbumes debut de este siglo, pero lo que parecía ser un logro único se ha convertido en una carrera solida gracias a maravillosas gestas posteriores como son los discos Helplessness Blues de 2011 y Crack-Up de 2017.

Robin Pecknold y compañía lanzaban el pasado septiembre su cuarto trabajo, Shore. Así a primera vista no parece que vaya a convertirse en una gran revelación, y ciertamente no lo es. Es un trabajo continuista con el sonido que vienen haciendo desde su formación, no arriesgan pero ganan.

Sin embargo, con una instrumentación llena de arreglos orquestales y unas líricas reflexivas e intimistas Fleet Foxes sigue conquistando a cualquiera. Pecknold es sin duda un poeta constantemente reflexionando, paseando de puntillas por el acantilado mirando de vez en cuando al abismo y a las olas que chocan brutalmente contra las rocas y con las corrientes de viento más bruscas empujando a caer, pero él sigue seguro confesando amor, miedo y desesperación en una obra pausada y casi celestial.

Es difícil (cómo no) definir muchas veces el sonido de Fleet Foxes: es un medio camino entre canciones litúrgicas, voces armónicas hasta la médula y guitarras que avanzan en el compas como Pedro por su casa, sin olvidarnos de la influencia del barroco que siempre está presente en sus discos. Trompetas y trombones se van colando sutilmente en el minutero que avanza sin piedad mientras (cómo no) nos derretimos al sonido que proponen con consistencia y confianza.

Can I Believe You es uno de los cortes clave, desengaño y duda en una canción absolutamente cautivadora con golpes constantes al subconsciente, al fin y al cabo, quién no ha dudado. En otras palabras, quién no ha amado.

No puedo terminar esta breve reflexión sin hablar de la maravillosa Maestranza, otro corte fantástico que esta vez es optimista e intimo, espiritual y romántico, con mucho mucho ritmo.

Now that a light is on

Now that the water runs

And the heartless are nearly gone

No time to get it wrong

Shore es un disco de contrastes en el que, a través de los sonidos más folclóricos y con arreglos sumamente cuidados, se crea una atmósfera delicada y segura que nos transporta a esa orilla en la que Pecknold piensa y en la que nos hace cómplices de sus reflexiones más profundas, de muerte, vida y redención.

Análisis de álbumes

Por T. Allman