honolulu gold
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Honolulu publica su nuevo EP titulado Gold, nuestra opinión

Teniendo en cuenta la situación actual, en la que la industria discográfica se ha resquebrajado, cientos de artistas han cancelado sus giras y miles de profesionales del sector corren el riesgo de perder su empleo, poder seguir disfrutando de nuevas creaciones deberíamos considerarlo casi un privilegio.

Para los amantes de la música es un placer tener a golpe de clic la posibilidad de consumir nuevo material tanto de los artistas más consolidados como de aquellos que se encuentran en pleno crecimiento. Somos afortunados de que, aun en los tiempos que corren, siga habiendo gente que no pierda las ganas de crear música.

Honolulu es uno de esos grupos valientes que no se dejan amedrentar por las circunstancias. El dúo francés afincado en la ciudad de Barcelona publicó hace unas semanas su último EP Gold, un trabajo dream-pop que apacigua el ánimo y exalta los sentidos a partes iguales.

EL EP se abre con el tema homónimo Gold, que anuncia el tono y el estilo del resto de canciones, más o menos bañadas por la misma capa sonora, algo que da coherencia y un sello identitario propio. Sencillo pero funcional, el tema ofrece un sonido propio del pop ochentero de toda la vida, especialmente acentuado en esa batería con los graves disminuidos y los arpegios de guitarra, presentes a lo largo de toda la canción.

Le sigue Adam & Eve, una aguda referencia bíblica soportada, de nuevo, por una batería simple e hipnótica, adornada con una armonía sencilla y efectiva.

La linealidad de esta canción entra en contraste con rasguños de guitarras al estilo de Sonic Youth, que irrumpen en el aludido Jardín del Edén, si bien de forma más melódica y ordenada. La canción está coronada por una voz agradable, similar a un susurro agudo; aunque en ocasiones se ahoga en la instrumental. Algo similar le ocurre en Off my back, quizá el tema menos llamativo de los cuatro. En él la voz incurre en el error de arrastrar las últimas notas, tal vez un guiño a Nico, de manera reiterada a lo largo de la canción. Algo que seguro sería una positiva seña de identidad si no fuese porque se hace algo repetitivo.

El final de este trabajo llega con TOI, la única canción cantada en su lengua materna. Sin duda, un tema que no podría haberse hecho en otro idioma: su carácter nostálgico y potente te pone en vereda y se corona como la canción a destacar. Siguiendo una línea de simplicidad instrumental, con apenas cuatro instrumentos se conforma un vehículo perfecto para transmitir un sentimiento cálido y tenaz.

Dream pop con toques psicodélicos, canciones con estructuras firmes que avanzan de manera contundente e interesantes leads de guitarra es lo que ofrecen los franceses Honolulu. Un trabajo pensado y con una cuidada producción al que vale la pena pegarle una escucha para descubrir un sonido austero y agradable, que gustará especialmente a aquellos fanáticos del pop más vintage.

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