slowthai tyron
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Slowthai se revela como una persona llena de conflictos en su proyecto más introspectivo

Slowthai apareció como la gran novedad del mundo rapero hace escasos años gracias a un carácter mordaz y su estilo fresco muy condicionado por el uso de una lírica agresiva y poco concesiva. El lanzamiento de Nothing Great About Britain en 2019 le posicionó como una de las grandes promesas (si no referencia) del género y reivindicó la suciedad de un país ahogado en su propia política y una sociedad intransigente. En su segundo proyecto, Tyron Kaymone pone el foco directamente en su persona, presentando a lo largo del álbum sus conflictos y mayores problemas. TYRON es el caos humano del rapero británico transmitido a través de su música.

Un álbum compuesto de 14 canciones que cuenta con dos mitades muy bien diferenciadas: mientras que las primeras 7 piezas hacen referencia al Tyron más cabreado e histérico, lo que se refleja con el uso de las mayúsculas, las 7 segundas desarrollan una perspectiva más introspectiva y emocional del rapero. Coincidencia o no, la composición de las piezas más histéricas del proyecto tuvieron lugar después del polémico incidente en los premios de la NME y, por supuesto, después el comienzo de la pandemia.

Slowthai deja buenos momentos en esta parte del proyecto, mereciendo ser destacada la colaboración con Skepta, CANCELLED, en el que el sonido evoluciona de manera drástica al pasar de los versos de Skepta a los de Slowthai. WOT deja la mejor instrumental de todo el proyecto, lo que nos hace lamentar terriblemente que se trate únicamente de una pieza de 48 segundos de duración. Por su parte, PLAY WITH FIRE cuenta con reminiscencias sonoras de Brand New Day del compatriota Dizzee Rascal. Una canción que también destaca en su expresión de la parte humana más deprimida de Tyron: «Suicidal tendencies, what’s up, man? […] Feeling like these drugs made me better than I was / But I never felt love before the drugs».

El comienzo de la segunda parte no pasa desapercibido, con una voz infantil revelando: «(I tried to die) / The pain won’t die / (I tried to take my life) / And you caught me with a smile». En i tried se nos revela el sufrimiento de llegar al éxito atravesando por el camino las drogas, la depresión y todo ello teniendo que compaginarse con sus problemas de déficit de atención e hiperactividad. A lo largo de toda la segunda parte, Slowthai emplea sonidos más suaves, cercanos a un pop muy electrónico e incluso con pequeños tintes de estética lo-fi. adhd finaliza el proyecto de la misma manera que comenzó: hablando de los mismos conflictos, con la misma intensidad y revelando en TYRON la personalidad atormentada y conflictiva del rapero.

Condicionado por el éxito de su primer álbum, la exigencia y la atención puesta en Slowthai era quizás demasiada. El triunfo de su discurso cuasi-político y social exigía de nuevo lo más profundo e intenso del rapero, optando finalmente por concentrar sus esfuerzos en un trabajo en el que se muestra a corazón abierto. Por su parte, el trabajo sonoro no deja más de cuatro o cinco momentos destacados, brindando un proyecto estable y de calidad, pero quizás lejos de conseguir crear algo icónico.

Por KUBO

La redacción del Kubo Musical es llevada por Miguel Vico. Porque aspiramos a mucho más: imagina, descubre, comparte.