viagra boys welfare jazz
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La energía de los suecos Viagra Boys sigue regalando buenos momentos con un trabajo caótico pero con altas dosis de locura bien encauzada

Hablamos de Welfare Jazz, el segundo LP de los escandinavos Viagra Boys, que ya en 2018 sorprendían con su debut Street Worms, una amalgama de sonidos conocidos pero jodidamente bien armados.

La formula no es muy distinta en este lanzamiento, grabaciones de voz de fondo, cortes cortos que nos sacan de contexto con psicofonías extrañas que nos alejan del camino, pero para en seguida asentarnos otro golpe matador con instrumentaciones largas y ansiosas.

Vayamos por partes; el disco abre con pura comedia Ain´t Nice, que con un riff pegadizo ya te agarra a la primera y con el vocalista Sebastian Murphy en modo maniaco repitiendo una y otra vez que esto no está bien, que no es bonito… Sumando desde el inicio sintetizadores locos y lo que parece un saxofón con ganas de dar mucha guerra.

Cold play es un corte de saxo de treinta segundos que descoloca, pero aun no te has dado cuenta de qué pasa cuando aparece en pantalla Toad, devolviendo los sonidos rápidos a escena. No es de mis favoritas a decir verdad, la siento un poco plana.

This old dog, otra pieza de unos treinta segundos con esas grabaciones vocales de las que hablaba al principio, de nuevo descoloca. Es un poema ciertamente, un poema dedicado a un perro que parece de todo menos un perro, pura psicodelia. Todavía con el perro entre manos, Into the Sun se inicia con una línea de bajo que va marcando el ritmo durante toda la canción, siendo muy a mi pesar otra de mis menos favoritas.

Por el contrario, llega lo que considero una de las cumbres de Welfare Jazz: Creatures es puro synth, podrá parecer disonante con el resto de los temas, pero no lo puedo encontrar más que como un hilo conductor entre los temas, una faceta que quieren resaltar y lo consiguen, por Dios si la podría haber firmado Bernard Summer (pido disculpas por adelantado a los devotos).

6 Shooter es el retorno al sonido más guitarrero y de fusión instrumental. No escuchamos prácticamente voces, pero si la intromisión de todos los componentes de la banda con sus hermanos los instrumentos en una amalgama de ruido claro y evidente que asciende hacia los compases finales y que consiguen que asientas con fuerza varias veces.

No dejo de ver la obra completa como una fusión variopinta de sonidos punk, con referencias claras en el post-punk pero con la brillante idea de hacerlo más variopinto y loco; más delirante.

Best in Show li es otra pieza corta de dos voces: una aguda y otra grave que nos conducen a la corta Secret Canine Agent que transcurre sin excesiva trascendencia pero que da paso a algo mucho mas loco como es I Feel Alive que, con vientos, percusión y teclado al principio para unirse las guitarras después, es un canto puro a la desintoxicación. De un modo mas o menos irónico, le cuenta al mismísimo Jesucristo que lleva un tiempo sin drogarse, que se siente bien, que quiere vivir en una de las cartas mas fantasiosas que he visto en tiempo.

Girls & Boys es una verborrea sobre el hastío absoluto, que se sucede de manera decente pero nunca sobresaliente dentro del LP. To the Country la podríamos considerar la balada del disco, una canción de amor dedicada a la chica en cuestión, en la que le pide que se vayan lejos del bullicio para vivir en soledad, lejos de la gente, sin drogas y junto a los perros (que aparecen varias veces, dando que pensar en una filia algo extraña hacia los canes).

Terminamos con In Spite of Ourselves clásico de John Prime, fallecido el pasado abril por complicaciones derivadas del COVID-19. Es el único featuring del disco, contando con la participación de la cantante Amy Taylor. La versión me parece que esta muy bien, pero totalmente fuera de lugar dentro de Welfare Jazz como concepto. Si me preguntas a mi, como sencillo único la hubiera valorado un poco más, pero de todos modos me parece un bonito homenaje al gran John Prime. En líneas generales se trata de un disco que convence: si te gustan los ritmos locos y los sonidos enérgicos del punk seguro que te engancha.

Y para los Viagra Boys: un aplauso, dos discos muy disfrutables que solo nos dejan con ganas de más y, al contrario que la apertura de este disco, definitivamente «Is Nice».

Firma del autor: Escribir una crítica siempre es emocionante, un ejercicio de contención personal sobre lo fantástico o penoso que te ha parecido una expresión artística. Trato de enfocarlas desde la objetividad y la imparcialidad en su comienzo, para finalmente dejarme seducir por la soberbia más insana y decirte, lector, si debes o no prestar atención al mencionado elemento. No por poseer una legitimidad absoluta, sino por disponer del medio escrito como arma, la máxima que has de seguir en este mundo abstracto e impreciso de la critica artística es que te hagas siempre la misma pregunta, ¿Me ha gustado esta movida?

Por T. Allman