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La semana pasada estuvimos presente en la séptima edición de BIME, la convención que reúne en un mismo lugar a público, profesionales y artistas de la música. Durante una semana Bilbao coge otro color y se transforma en la capital de la creatividad, creciendo año a año a buen ritmo. Entre las grandes propuestas existentes, una que merece una mención aparte es BIME City.

Una propuesta en la que cuarenta bandas y artistas se daban cita en hasta once salas de la ciudad en conciertos completamente gratuitos. Una forma increíble de dar a conocer nuevo talento, pero sin duda de acercar la cultura y la música a todos los públicos. Durante dos días, estuvimos de sala en sala descubriendo a algunos de los artistas que participaban en este evento.

Nuestro camino comenzaba en la sala Muelle con Shushupe, DJ peruana de electro cumbia. Si bien la sala no contaba con mucho público, la artista no se dejó amedrentar por ello y ofreció una gran carta de presentación de su estilo e influencias. Nos salimos antes de que terminara el concierto para ir a ver a otros artistas, pues sabíamos que tendríamos una segunda oportunidad de ver a la DJ peruana al final de la noche.

Nuestro viaje continuó en la sala Stage, donde tuvimos la suerte de conocer al grupo Yo Diablo. Dos jóvenes rockeros con una increíble energía que nos sorprendió gratamente. Una llamativa guitarra de doce cuerdas y batería era todo lo que necesitaban estos artistas para llenar de energía la sala, aprovechando los grandes recursos de un looper. La clave de estos eventos es ir casi por puro azar a las salas y descubrir grandes propuestas casi sin esperarlo, eso fue lo que nos sucedió con Yo Diablo y no tenemos duda de que estaremos atentos a todo lo que realizan de ahora en adelante.

Permanecimos en la sala Stage para el siguiente concierto, realizado por la banda euskera Nogen. Una llamativa sorpresa al descubrir que este grupo realizaba un folk-pop cantado en nada más y nada menos que euskera. Propuesta atrevida que por el contrario parece triunfar con creces allí en el País Vasco, pues la sala se encontraba llena y contaba con un amplio grupo en la parte delantera de la sala que incluso coreaba todas las canciones de la banda. Con mucha energía, el proyecto de Nogen es más que notable y consiguió ganarse un hueco dentro de nuestro corazón.

Nuestra esperanza era seguir nuestro viaje de nuevo en Muelle para el concierto de Afrodeutsche, sin embargo este debió de ser cancelado, por lo que decidimos encaminarnos a la Ribera, discoteca donde tuvo lugar ambos días una fiesta de cierre de cada jornada. Allí estaba de nuevo actuando Shushupe, sin embargo el calor y el poco espacio hacían algo incómodo estar allí, optando finalmente por quedarnos en los exteriores de la sala, algo que muchos de los presentes repetían.

La segunda jornada de BIME City fue más corta para nosotros, comenzando realmente tarde con la actuación de Thomas Azier en el Kafe Antzokia. El holandés venía presentado bajo la etiqueta de Synthpop, algo que se quedaba corto para una propuesta que revelaba un imaginario artístico amplísimo del artista. Todos los músicos presentes en el escenario desprendían una energía que confluía en el carácter improvisativo y contundente de Thomas.

Ya fuera bajando a cantar junto al público o agarrando con fuerza el pie del micrófono, la intensidad del artista holandés era incuestionable.
Más pronto de lo que nos hubiera gustado terminó el concierto, que solo duraba 45 minutos. De nuevo nos encaminamos a la Ribera, espacio donde tendría lugar el concierto de Yawners. Íbamos con cierto escepticismo a la sala y el estilo del grupo no terminó de ayudar. Una dinámica muy genérica de guitarra y batería que no nos llegó a entrar.

Finalmente optamos por retirarnos pronto en vistas a un BIME Live que empezaba al día siguiente y que prometía emociones fuertes. En conclusión, BIME City fue una increíble propuesta en la que conocimos un variadísimo plantel de artistas, una forma excelente de abrir a todo el mundo la posibilidad de disfrutar de la música en directo y descubrir nuevos artistas. Sin lugar a dudas una propuesta que esperamos siga manteniéndose y creciendo todos los años. Lee nuestra crónica de BIME Live 2019.

Por KUBO

La redacción del Kubo Musical es llevada por Miguel Vico. Porque aspiramos a mucho más: imagina, descubre, comparte.