Te contamos nuestra experiencia viendo a Rigoberta Bandini en el centro Conde Duque
« ENTRADAS AGOTADAS » es el cartel que tienen que colgar todas las salas de conciertos a las pocas horas de anunciar fechas para Rigoberta Bandini. La catalana Paula Ribó ha conquistado nuestros oídos y no cabe duda de que es ya un fenómeno de masas que fascina y no deja de sorprender con cada novedad y lanzamiento. El pasado viernes 24 de septiembre tuvimos la oportunidad de poder verla en directo en el centro cultural Condeduque de Madrid y aquí os contamos nuestra experiencia:
A pesar de la amenaza de lluvia, Rigoberta Bandini salió al escenario a la hora prevista y ella y su grupo nos dieron un espectáculo digno de recordar. Energía es la palabra que mejor define lo que vivimos el pasado viernes en Madrid. Rigoberta se presentó ante el público con su habitual falda estilo colegiala y tanto ella como sus músicos se dejaron la piel en el escenario corriendo, saltando, bailando y consiguiendo transmitir de una forma eléctrica al público las ganas que tenían de deleitarnos con su música.
Por desgracia, debido a las restricciones impuestas por la pandemia, durante gran parte del concierto el público se quedó sentado aguantándose las ganas de saltar y bailar de alegría junto con Rigoberta. Todo tiene su límite y en el momento álgido del concierto, con la ya famosísima canción Perra, arrancó de sus sillas hasta a los más reticentes. En ese momento el Condeduque se convirtió en una gran fiesta en honor a Rigoberta y a todas las perras.
A lo largo de un breve pero intenso concierto, pudimos escuchar todas las canciones que componen la discografía de Rigoberta Bandini, aunque la catalana nos sorprendió con una versión inédita de la icónica canción de Marisol Tengo el corazón contento y con una entrañable interpretación de Quasevol nit puo sortir el sol mostrando así todas sus facetas artísticas así como sus diversas influencias musicales.
Todo el concierto estuvo marcado por el sentido del humor de Rigoberta Bandini y su equipo, que no sólo nos ofrecieron un espectáculo de una gran calidad musical si no que además bromearon con el público en numerosas ocasiones. Desde KUBO haremos una mención especial a la persona que se pasó todo el concierto gritando «Rigoberta eterna» al que incluso la cantante llegó a ofrecer irse de gira con el grupo. En definitiva, esperamos poder volver a ver a Rigoberta pronto en Madrid y perrear con ella hasta el suelo.
Fotografías: Marie Lefevre


