Stradivarius

Los instrumentos Stradivarius se venden por millones de euros, ¿pero qué les hace tan valiosos?

Si en la historia de la música ha habido un nombre prestigioso dentro de la creación de instrumentos, ese sin lugar a dudas ha sido Stradivarius. Antonio Stradivari se ha convertido en el más popular lutier de la historia y sus instrumentos son extremadamente preciados, pero sobre todo valiosos, pues a día de hoy se venden por millones y millones de euros cada unidad. En este artículo vamos a profundizar un poco en toda la historia de este hombre y en la importancia de sus instrumentos Stradivarius.

Antonio Stradivari nació en 1644 en Cremona, en el norte de italia. De familia humilde y en un periodo muy complejo que coincidía con el fin de la Guerra de los Treinta Años, entraría como aprendiz de luthier de Nicolò Amati para aprender el arte de la creación de instrumentos. Después de grandes avances y varios talleres, se ubicó por su cuenta en la Piazza San Domenico de Cremona y comenzó a atreverse con la creación de instrumentos singulares de cuerda gracias a alteraciones y detalles particulares que ayudaron a generar prestigio en su manufactura. Se dice que Stradivari llegó a construir más de 1000 instrumentos, principalmente violines (aunque también violas, violoncellos o guitarras entre otros), pero a día de hoy se tiene constancia de unas 600 – 700 piezas conservadas. El nombre de los instrumentos proviene de la latinización del nombre de su creador, que firmaba sus obras poniendo Antonius Stradivarius Cremonensis anno…

Las distintas teorías sobre qué hace a los Stradivarius tan especiales:

El estudio de la singularidad de los instrumentos Stradivarius se basa en varios detalles de su fabricación:

  • En primera instancia, se solía afirmar que el elemento fundamental que generaba una gran calidad de sonido en estos instrumentos era un barniz empleado por su constructor. Éste habría sido conformado a partir de una fórmula secreta que Stradivari no legó cuando falleció. Sin embargo, análisis al respecto han revelado que los mismo habrían tenido que ser rebarnizados periódicamente, por lo que no podría ser un elemento definitorio.
  • Otra teoría con mucho interés está relacionada con un periodo de frío extremo que sufrió Europa durante este tiempo, llegada a ser apodada como Pequeña Edad de Hielo. Este intenso frío habría ayudado a que los árboles que crecieron durante esta época desarrollaran una fibra más compacta, lo que repercutiría en la sonoridad del instrumento.
  • La teoría con más fuerza a nivel científico se basa en unos estudios que revelaban que el espectro en la superficie y en parte de la viruta residual obtenida del interior de un Stradivarius mostraron la presencia de partículas metálicas muy pegadas a la madera. Esto apoya la idea de que Stradivari habría tratado las maderas de manera muy fina con disoluciones de sales metálicas.
  • Otra postura habla de una fuerte plaga de insectos que afectó a los árboles de la zona. El fabricante de violines habría utilizado «bórax» (componente mineral que se usa a día de hoy para detergentes, cosméticos o insecticidas entre varios usos) para conservar los instrumentos, provocando una sonoridad atípica en el instrumento.

Sea cual sea el motivo, alrededor de los instrumentos Stradivarius se ha creado mucha poesía y mito: desde que los músicos se envenenaban con este pesticida, hasta que la madera utilizada por el maestro provenía de barcos hundidos. Seguramente estos hayan sido algunos de los motivos por los que sus piezas han llegado a tener un precio desorbitado: se han llegado a vender en subasta por precios entre 5 y 17 millones de dólares. De todas formas, hay que aclarar que varios estudios han llegado a la conclusión de que los instrumentos del maestro italiano no suenan necesariamente mejor que otras piezas, por lo que hablamos más de prestigio y mito en este caso, aunque nadie cuestiona la unicidad de las obras de Stradivari.

A día de hoy, la pieza más valiosa de Stradivarius se encuentra en Madrid, una viola conocida como «Cuarteto Nacional» que se estima que tendría un valor de entre 100 y 140 millones de euros en subasta. Hay que celebrar que una de las escasas colecciones públicas de Stradivarius se encuentra aquí, perteneciente al Patrimonio Nacional de España y llamada Stradivarius Palatinos en la que se cuentan dos violines, un violonchelo y la mencionada viola. Están expuestos en las Salas de Música de la Real Biblioteca del Palacio Real de Madrid. Otras colecciones se encuentran en Washington y Dakota del Sur.

Stradivarius
Pieza Stradivarius en el Palacio Real

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Por KUBO

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