Si Portugal fuera una persona podría describirla como un vecino introvertido, poco problemático y con una discreción tan suya que a menudo pasamos por alto su presencia inmersos en el ruido de nuestros propios conflictos. Pero Portugal, al igual que suele ocurrir con muchas otras personas introvertidas, tiene un mundo interior muy amplio. Tan amplio, que es capaz de englobar a otros mundos y subculturas diferentes y poco tiene que envidiar en festivales a su vecino del este.
Uno de los sitios en los que se suelen encontrar estos mundos, sobre todo del arte urbano es en el Festival Iminente. Este festival, que aprovecha las ruinas de un antiguo restaurante de los años 70 y mirador Panorámico de Monsanto se celebró desde el día 19 al 22 de septiembre. No obstante, el resto del año el recinto se encuentra abierto al público y las obras plásticas realizadas durante el festival se suelen mantener.
Después de recorrer el mundo ( Londres , Shanghái y Río de Janeiro) , Iminente ahora regresa a Lisboa durante cuatro días de intimidad cultural colectiva, reflexionando sobre los conceptos de Identidad y Diversidad. Y no hay nada como regresar a casa. Durante los cuatro días del festival, artistas musicales, artistas visuales, b-boys, artistas, bailarines y charlas recorrerán sus cinco etapas. En total son más de 100 artistas de 11 nacionalidades; de artes visuales, artes interpretativas y música, talentos establecidos o futuros, en un festival urbano de arte y música comisariada por Alexandre Farto, alias Vhils y la plataforma Underdogs , coorganizada con el Ayuntamiento de Lisboa.
En cuanto a la formación musical, la diversidad es patente en el festival, con un programa ecléctico que abarca desde trap hasta rap, hip-hop, fado, proyectos experimentales y música mundial. Muchos de estos tienen sus raíces en la cultura lusófona, un componente clave en la consolidación del festival desde el principio.
Los artistas visuales reflexionaron sobre el concepto de identidad de manera amplia, ya sea individual: la reflexión sobre el ser, la singularidad de cada ser, el reconocimiento del ser y sus especificidades, o colectivo, la pertenencia a una comunidad, un identidad política, cultural o urbana. Explorando una diversidad de medios y enfoques, que incluyen graffiti, escultura, pintura, fotografía, instalación, actuación y vídeo, entre otros, cada uno de los trabajos analiza estos temas mientras dialoga con los otros en este espacio fuera de lo común que, con los años, ha desarrollado una identidad fuerte.
Entre los nombres de mayor peso en la edición de este 2019 encontramos a Vhils, artista luso de renombre internacional y uno de los organizadores del festival. Desde 2005, ha presentado su trabajo en más de 30 países de todo el mundo en exposiciones individuales y colectivas, intervenciones artísticas específicas del sitio, eventos artísticos y proyectos en varios contextos. Fue mencionado por la revista Forbes en su lista de historias de éxito de personas de menos de 30 años, en la categoría de Art & Style. Más recientemente, fue invitado por U2 para dirigir el vídeo de una de sus canciones del último álbum, Raised by Wolves.
En el apartado musical se entre los más destacados se encuentran los estadounidense Common y Jay Electronica,como propuestas locales Apollo g y Força Suprema y el trío israelí A-Wa, el más curioso del cartel. A pesar de este dominio rapero el cartel no se olvida de los amantes de la electrónica con artistas como Just Blaze.
Pero no todo es música y pintura en este festival. También se ha programado una serie de performances como un concurso de breakdance y otras performances artísticas como las ofrecidas por Mariana Barros y Melissa Rodriguez. A todas estas actuaciones se suman charlas que tratan temas como: “Derecho a la vivienda: ¿Puede la gente seguir viviendo en las ciudades?”,”¿Siente la nueva generación que está representada en la cultura?”, “VIH y prep: ¿Interés público o interés farmacéutico?” entre otros. Siendo todos los debates abiertos a cualquier persona presente en el Festival Iminente.